domingo, 16 de junio de 2019

El árbol que parece un dinosaurio

La mirada de los niños es especial. Ellos ven lo que los demás hemos olvidado ver. Siento nostalgia de esa mirada que una vez tuve y ya no recuerdo, de esas veces en las que tus padres, tíos y abuelos reían con benevolencia y tú no sabías que era por esas miradas capaces de ver dinosaurios en los árboles.
Hace una semana aproximadamente tuvimos una salida con los de segundo de primaria: 7-8 años. Como no íbamos lejos, fuimos caminando. Pasábamos por un jardín en el que había unos olivos y se los mostré. Entonces un niño me preguntó: 


- ¿sabes cómo se llama el árbol  que hay al lado del cole, el que parece un dinosaurio?"

Debía de ser evidente qué árbol era, porque todos los niños próximos a  él sabían a qué árbol se refería.  Me descolocó totalmente. Me parecía una reencarnación de "El Principito". Yo era el piloto con el avión roto y un niño frente a mí hacía preguntas difíciles. El niño fue paciente y añadió: 


- sí, uno que tiene las ramas colgando todo para abajo. 

Le mostré un sauce llorón al que nos acercábamos y le dije: 


- ¿es como ese?




Y sí, ese era. Ya se quedó tranquilo al saber que su dinosaurio era un sauce llorón.
Yo, no, porque ahora no sé qué dinosaurio es. ¿Un diplodocus? ¿Un T-Rex? ¿Un velociraptor? 

Me siento como Saint-Exupéry preguntándose si el cordero del principito se comió a la rosa.
Busco cada día el sauce que parece un dinosaurio, y no desisto de encontrarlo...